sábado, 20 de febrero de 2016

De raquetas por el Aramo

Febrero cumplió como siempre y lleno de nieve las montañas, incluso sin tener que subir a la Cordillera, en la vecina Sierra del Aramo este vieres se podia hacer una raquetada casi desde el pueblo de La Rebollada, hasta donde se puede llegar en coche, y disfrutar de sol y nieve en soledad.

Espinera solitaria y La Mostayal
huellas de raquetas
Valle de Andruas
mi compañia: sombra en la nieve
Pico Cotachai 1.019m
Vista a Proaza
Pico Airua Naval
Vista a La Rebollada
Majada de Socallain con cabaña cuadrada con techo de tapines
Cumbre del Pico Cotachai o Las Airuas

jueves, 18 de febrero de 2016

Por caminos de Somiedo (Pineda)


Por el viejo camín empedrado y sus viejos molinos se asciende al vistoso pueblo Somedano de Pineda (830 m) que tiene hermosas casas de piedra, varios horreos y un curioso vigilante de las colmenas de abejas

Vigilante









Una  pindia subida, y se llega hasta La Cueva la Sietche y despues hasta el Chano La Sietche siempre con grandes vistas al valle del arroyo de Pineda. 




                        Por la cuerda hacemos cumbre en el Altu Cerréu ( 1.287 m) 



El descenso de esta ruta circular por el Monte El Cuerno al Cutcháo Braniecha y nos acercamos, donde quedan restos de una cabaña, a una  fuente denominada la Otchera del Carbacho (que permitia conservar la leche como si fuese un frigorífico natural)





      La vuelta hacia Pineda por el Monte Cutchancios un precioso hayedo tapizado de musgo



miércoles, 10 de febrero de 2016

Valle de Viango

Un valle escondido, recóndito, rodeado de naturaleza salvaje y de belleza abrumadora. 



La Llosa de Viango es una pradera inmensa, un valle poblado de antiguas cabañas casi todas en desuso y muchas completamente derruidas que te recuerdan los duros tiempos pasados de convivencia con la naturaleza.


 
 
  

Desde el  Altu La Tornería se accede muy facilmente al valle de La Llosa de Viango que tiene en su centro una laguna. En época de fuertes lluvias o deshielos todo el valle se inunda, pero en este otoño e invierno, de pocas lluvias, te permite descubrir una “playa” en plena montaña. 


Hay una cueva donde en su interior “se escucha el bramido del corazón de las montañas del Cuera”, un río discurriendo por sus entrañas. Cuando este lleva un caudal muy grande de agua, el sifón de salida no es capaz de tragarla toda y esta “escupe” el exceso a la vega, arrojando con el agua grandes cantidades de arena de la erosion de la roca caliza y forma dunas de finísima arena.